Las lentes trifocales

Una de las cirugías más habituales en oftalmología es la cirugía de cristalino, tanto si se ha opacificado (la catarata) como si nos operamos para prescindir de las gafas (cristalino transparente). Ya explicamos en otro post como durante la cirugía se implanta una lente dentro del ojo, para compensar la graduación del cristalino. Este tiene una potencia de aproximadamente 22 dioptrías.

Si no implantásemos una lente, necesitaríamos unas gafas de una graduación muy alta. Ya hemos comentado también que existen multitud de tipos de lentes, hoy nos centraremos en las lentes trifocales.

A diferencia de las lentes monofocales clásicas, con un único punto de enfoque, las lentes trifocales, como su nombre indican, tienen tres focos: cerca, intermedio y lejano.

Principios físicos

Para obtener estos diferentes puntos de enfoque, la lente presenta un diseño en círculos confluentes, como veis en la imagen. Estos círculo van alternando su distancia de enfoque entre los tres que hemos comentado: cerca, intermedio y lejano.

El diseño en círculos concéntricos provoca, a su vez, la repartición de la luz en los diferentes focos. Es decir, cuando llega luz a la lente, un porcentaje determinado de la luz da una imagen nítida en visión en cada foco. De esta forma, siempre tendremos imagen nítida en las tres distancias. A cambio, sacrificaremos un porcentaje de luz cuando no estemos usando esa distancia en concreto.

Por ejemplo, si estamos leyendo una novela en una sala de estar bien iluminada, el 50% de la luz que nos llegue irá a enfocar la novela. Si intentamos leer el programa de la sesión en un concierto de música clásica, con iluminación muy tenue, nos llegará un porcentaje mucho menor de la ya escasa luz. Y no podremos leer (más sobre ello en el siguiente apartado).

Cada lente tiene un porcentaje concreto de luz a cada distancia de enfoque.

Los tres focos

El foco lejano está pensado para usarse más allá de los 2 metros de distancia y nos permite una visión cómoda a la hora de ver la televisión, pasear o conducir. Los diseños más habituales de las lentes cuentan con un círculo externo enfocado para la lejanía.

Es decir, un círculo de cada 3 centrales está enfocado de lejos, pero toda la superficie por fuera del último círculo está enfocado de lejos. Y esto tiene un efecto práctico muy útil.

Distribución de la luz en focos

Durante la conducción nocturna, la pupila se dilata dada la baja luminosidad y el conductor usa la visión de lejos. Gracias a este diseño del aro externo, todas las lentes trifocales aumentan el porcentaje de luz destinado a visión lejana en situaciones de baja iluminación.

La visión intermedia está diseñada para facilitar el uso del ordenador, a una distancia aproximada de 60-80cm y para tener mayor luminosidad en distancia de conversación. Las lentes bifocales siguen siendo una opción interesante en pacientes que no usen la computadora.

La visión cercana permite leer de forma cómoda a unos 40 cm. Tal y como ya hemos explicado, los círculos centrales, especialmente el central, están diseñados para distancias cortas. De forma que cuando nos encontramos con una buena iluminación, y la pupila se cierra, un porcentaje alto de la luz nos ayudará a enfocar de cerca. La distancia, eso sí, es cercana a los 40 cm y bastante precisa. Si intentamos leer a 20 cm, no podremos. Este comportamiento es típico del paciente miope y solemos explicar y razonar sobre ello en consulta.

Inconvenientes

Las lentes trifocales son muy exigentes con el sistema ocular. A no ser que todo se encuentre dentro de unos estrictos parámetros de normalidad, el resultado será funesto. Es por ello que recibimos muchos pacientes solicitando una segunda opinión y quejándose de las lentes trifocales. Tenemos que ser muy estrictos a la hora de escoger qué ojos se beneficiaran de estas lentes y qué ojos no.

En primer lugar, estas lentes suelen provocar una visión en halos por la noche. Especialmente visible durante la conducción, los pacientes describen un halo alrededor de los faros de los coches. Suele desaparecer durante las primeras semanas o escasos meses.

Visión en halos, cortesia de VisionSimulator

De forma generalizada, no podemos implantar estas lentes en pacientes con estrabismos, alteraciones de la retina, graduaciones muy altas, ojos vagos, ojos únicos, córneas irregulares, pupilas irregulares, uveítis…

A día de hoy, la cirugía de catarata o de cristalino transparente con implante de lente trifocal, resulta un procedimiento muy interesante desde un punto de vista económico para el oftalmólogo que realiza el procedimiento. Si bien no son la mayoría, los profesionales con más avaricia que valores morales no escasean, como en todos los gremios. Médicos que implantan las lentes trifocales de forma indiscriminada y luego el paciente no queda satisfecho con los resultados.

Desafortunadamente, una vez implantada una lente trifocal, si el paciente no queda satisfecho, tenemos muy poco margen de maniobra o ninguno, para poder arreglar la situación.

Además, existen otras limitaciones no tan estrictas pero de igual importancia a la hora de tomar la decisión. Las lentes trifocales dan una buena visión, pero la calidad de la imagen no es excelente. Así pues, profesionales de la imagen (fotógrafos, pintores, diseñadores… ) no suelen quedar satisfechos con la calidad de visión. Por otro lado, personas muy exigentes o miopes de 2-5 dioptrías (suelen tener una visión cercana patológicamente excelente) tampoco suelen quedar satisfechos.

Ventajas

Con todo lo descrito previamente, ¿Cómo puede ser que algún paciente se implante estas lentes? Pues porque, en pacientes concretos, dan una calidad de vida y una independencia de las gafas absoluta. Irrefutable. Tengo muchos pacientes con una agudeza visual excelente de lejos y de cerca. No necesitarán gafas nunca más. Los resultados, una vez implantadas, son definitivos y habitualmente excelentes.

Modelos

Los modelos más habituales en nuestro entorno son el Zeiss AT LISA 909MP, la Alcon Panoptix y la Physiol Finevision. Cada una de estas lentes cuenta con su particularidad.

En general, la lente de Zeiss da la mayor calidad de imagen, pero también más artefactos nocturnos. La Alcon Panoptix otorga una distancia intermedia más cercana (60 cm) que facilita el trabajo con pantallas, una mayor independencia del tamaño pupilar y menos aberraciones. El modelo de Physiol es una lente intermedia entre las dos mencionadas y, además, es la más permisiva con pequeños errores refractivos. Cuando calculamos la lente (tendremos que escribir sobre ello algún dia), siempre jugamos con un margen de error de cálculo, la Finevision de Physiol tiene un margen de error algo más amplio que el resto.

La trifocal Finevision de Physiol

A todo esto, los pacientes que presentan astigmatismo corneal, necesitan las versiones tóricas de dichas lentes para poder compensarlo. Las lentes trifocales tóricas, además de presentar tres focos, están diseñadas con una forma ligeramente cilíndrica, para poder compensar la irregularidad de la córnea.

Conclusión

Las lentes trifocales ofrecen unos resultados excelentes en algunos casos concretos. Otorgan a los pacientes una independencia absoluta de las gafas (o lentes de contacto). Si bien resultan muy atractivas para algunos casos concretos, distan mucho de ser la panacea. Como ya hemos visto, son muchos los inconvenientes y las limitaciones de estas lentes. Para poder obtener un resultado ideal, habrá que individualizar cada caso y estudiarlo en profundidad antes de tomar la decisión.

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